domingo, 26 de septiembre de 2010

Zak Starkey, baterista con poca ayuda de su padre

En 1996, Zak Starkey recibió el llamado más importante de su carrera. Al teléfono estaba Pete Townshend y le proponía algo que sólo imaginaba en sueños: ser el baterista oficial de The Who. Desde ahí, no se movería del sillín detrás de los malabarismos de Roger Daltrey con el micrófono y de los saltos de Townshend con sus brazadas sobre la guitarra.

Es que el primogénito de Ringo Starr, nacido en plena beatlemanía el 13 de septiembre de 1965, llegó increíblemente a tomar las baquetas y golpear los tambores no porque se inspirara en su padre, lejos el baterista más famoso del mundo. La afición venía de su padrino: Keith Moon, el genial pero hiperventilado baterista de The Who. De hecho, es Moon el que le regala su primera kit de batería pasado los 10 años.

A esa edad Zak algo ya había probado en su casa, tocando Back in the USSR, aunque Ringo nunca vio con buenos ojos que aprendiera, de hecho tras una primera lección, le dijo que de ahí en adelante aprendiera solo pues él no quería que se dedicara a la música, prefería “un ingeniero, abogado”.

Desde entonces, el joven Zak fraguó una personalidad distante y rebelde. Pasaba en casa de su tío Keith Moon hablando de batería (hasta que éste murió en 1978) y comenzaba a reemplazar las clases en el colegio para ir tocar con sus primeras bandas, siempre a escondidas de Ringo. Pero a los 16 años la verdad quedó al descubierto y, con mano dura, Ringo lo echó de casa.

Pasaron pocos años para que se abuenaran, para entonces Zak ya era un reconocido baterista en la escena under londinense y era padre de un hijo (si, Ringo fue el primer “abuelo” Beatle). Había formado parte del regreso de Spencer Davis Group y había formado una banda con el hijo de Pete Townshend (Simon), además de ser el baterista del disco solista de Adrian Smith de Iron Maiden.

Así llegó a los 90 y así llegó el glorioso llamado de Townshend para reemplazar nada menos que a su maestro y modelo a seguir, Keith Moon. Con ello, llegó el reconocimiento mundial, al punto de que los integrantes dijeron que era el mejor baterista que la banda tenía desde Keith Moon. Sus rápidos movimientos, su estilo personal y su fuerza para golpear lo consolidaron en cada concierto.

La beatlefilia y necesidad de un nuevo baterista hizo que Noel Gallagher le pidiera ingresar a Oasis. Nunca como baterista oficial, Zak participó en la grabación de los discos Don’t Believe The Truth y Dig out your soul y entre 2006 y 2008 hizo la gira mundial (que incluyó a Chile) junto a ellos. Algo que hizo que sólo participara en una sola canción del disco Endless Wire de The Who.

Luego no aguantó más a los plomos de los hermanos Gallagher y volvió a The Who, quienes sufrieron la triste muerte del bajista John Entwistle.

Así sigue junto a The Who y colaborando con figuras de la talla de Paul Weller y también acompañando a su padre en algunas presentaciones. Y ahí, detrás de ellos, sus rápidos movimientos, sus platillos siempre flameando, con su cabeza gacha, el ceño fruncido y siempre en silencio, le dan el sello único y propio de ser el buen baterista Zak Starkey y no sólo ser “el hijo de Ringo Starr”.

Las mejores 5 colaboraciones de Zak:

1. The Who. Live At SuperBowl

2. The Who & Noel Gallagher. We Won't Get Fooled Again

3. Oasis. The Importance of Being Idle

4. Roger Daltrey, Zak Starkey, Simon Townshend. Let it be

5. Ringo Starr, John Entwistle, Billy Preston, Zak Starkey. Photograph

1 comentario:

  1. Buena info. Es mi batero preferido de todos los tiempos jaja. Hace poco fui hasta Londres, solo para verlo tocar con The Who. Acá en Argentina lo vi con Oasis en el 2006. Un sueño cumplido. Abrazo!

    ResponderEliminar